«Que haya ordenadores en clase no implica que se usen siempre» (Entrevista)
Pere Marquès Especialista en tecnologías aplicadas a la educación. El profesor explicó que las aulas digitales ofrecen más ventajas que problemas si se usan correctamente
En un curso que trata sobre las ’Buenas prácticas en el uso de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) en la enseñanza’ no cabía otra opción que predicar con el ejemplo. Todas las charlas sobre este tema que tuvieron lugar ayer en el Palacio Miramar de Donostia, dentro de los Cursos de Verano de la UPV, fueron grabadas en vídeo y servirán para material didáctico online. Además, se creó una cuenta en Twitter exclusiva para el acto, y los asistentes podían enviar sus sugerencias o preguntas al instante. Uno de los ponentes fue Pere Marquès, profesor titular de Tecnología Educativa en la Universidad Autónoma de Barcelona, quien dio varios consejos sobre las TIC, ahora que el programa ’Eskola 2.0’ va a iniciarse en la ESO.
- ¿Qué es un aula digital?
- Se trata de un aula que tiene una pizarra digital y un ordenador portátil para cada alumno, y en el centro una intranet o una plataforma educativa que permite que todos estos ordenadores estén en contacto entre ellos, y tengan unos espacios comunes, donde guardar materiales o compartir archivos. Por supuesto, accederemos a la información y los contenidos a través de internet. La inteligencia la hemos de poner profesores y alumnos.
- ¿Qué razones hay para usar las TIC en educación?
- En primer lugar, porque los alumnos tienen necesidad de adquirir las llamadas competencias digitales y del tratamiento de la información. Con esto pasa como al montar en bicicleta: o tienes bicicleta o ya te pueden dar mil cursos teóricos, que no aprendes. En segundo lugar, porque tenemos más de un 30% de fracaso escolar. Estas aulas permiten multiplicar las posibilidades en cuanto a actividades, y éstas suelen ser mucho más dinámicas. Se trata de motivar más al alumnado, que aprendan más y mejor, y reducir el fracaso escolar.
- ¿Algún ejemplo concreto de buenas prácticas en el aula con estas tecnologías?
- Sólo hay que usar las TIC cuando tienen un valor añadido. Un ejemplo de esto es, por ejemplo, mandar a los alumnos buscar recursos sobre un tema. Si la semana siguiente toca hablar de la célula, podemos encargarles que busquen en internet, si quieren, pequeños vídeos o simulaciones, y se las preparen. Entonces, el día de clase, les damos la oportunidad de que salgan a la pizarra digital y ellos muestren y expliquen a sus compañeros lo que han encontrado. De esta forma, hacemos las clases más colaborativas, e incluso a veces el material que trae el alumno es mejor que el que tenía el docente. Este es un ejemplo de valor añadido: sin más horas de trabajo, todos aprendemos más, estamos más motivados y vamos en línea con los principios de la pedagogía actual.
- Habla de «derrumbar el mito de los nativos digitales». ¿A qué se refiere?
- A que es una verdad a medias, se quiere ver más de lo que hay. Es cierto que a estas generaciones se les ha puesto un videojuego delante prácticamente desde la cuna, por lo tanto tienen habilidad en los dedos, capacidad de respuesta a los estímulos y una gran imaginación para comprender los menús de la tecnología. También conocen las páginas donde bajarse música y películas, saben chatear, entrar en redes. Pero a la hora de buscar en Internet recursos para hacer un trabajo, no saben hacerlo de forma inteligente, con juicio crítico. Estas son las competencias que tienen que aprender en la escuela.
- ¿Y qué inconvenientes pueden tener esta tecnología?
- Estas tecnologías son herramientas, y si las herramientas no se usan bien, nos dan más problemas que ventajas. Si a un albañil que está acostumbrado a hacer agujeros en la pared con un martillo y una escarpa le dan un taladro sin explicarle cómo usarlo, le irá peor que con el martillo. Con la docencia ocurre lo mismo: si a un profesor acostumbrado a pizarra de tiza, libreta de papel y bolígrafo le ofrecen una pizarra digital y los netbooks sin explicarle cómo usarlos, terminará desistiendo. Sinceramente, cuando en un aula entran las TIC, los problemas suben. Pero si las usamos bien, ofrecen muchas más ventajas que inconvenientes.
- Hay quien dice que a través de los ordenadores podrían acceder a sitios de riesgo. ¿Qué opina?
- Hasta cierta edad, internet ha de ser un jardín con redes de seguridad, donde el alumno sólo se mueve por zonas seguras. Ocurre lo mismo en el mundo físico: al principio, sólo se mueven por casa y la escuela. A partir de cierta edad, hay que abrir esas puertas y decirle: «Mira, el mundo es todo esto, pero está lleno de peligros». En Internet hay que hacer lo mismo, acompañarles en los primeros momentos.
- ¿Y los niños no se distraerán en clase?
- Sólo si lo hacemos mal. En primer lugar, que haya ordenadores no quiere decir que se usen siempre. Ahora bien, cuando lo enciendan, yo tengo que estar dando vueltas entre ellos para ver lo que hacen, para ayudarles. Si me quedo en la mesa del profesor, es como si les gritara: «entrad en Facebook». Yo en su lugar lo haría, desde luego. Internet es muy goloso, por eso hay que organizar las clases para evitar que esto ocurra, pero ya depende de la competencia del profesor.
- ¿Están los profesores suficientemente formados?
- Unos sí y otros no. Actualmente, hay una parte del profesorado que ya tiene una formación adecuada en el uso de las TIC, entre un 15-30%. Pero yo diría que bastante más del 50% hoy en día tiene poca formación en su uso didáctico. Lo que ahora mismo bloquea a los profesores es el miedo a no saber, y el miedo a que las TIC les supongan más tiempos de trabajo.
- ¿Cómo habría que acercar las TIC a estos profesores que parecen reticentes?
- Cuando le damos formación, pierde el miedo a no saber, y cuando le mostramos modelos didácticos eficientes, pierde el miedo a la sobrecarga de trabajo. Lograr esto no es fácil: la formación debe ser adecuada, progresiva, y comenzar por los modelos más sencillos, no por las videoconferencias, ni por recursos complejos de algunas plataformas educativas. Esto viene luego, cuando llevan dos o tres años familiarizados. Podríamos decir que la profesión de maestro es ahora más difícil que antes, ya que necesitan las mismas cualidades que hace treinta años, más estas nuevas. Si no usas las TIC no puedes ser excelente. Esta es la realidad, lo que no quiere decir que no sea gratificante.
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