El trabajo y la felicidad - Eduardo Punset (Entrevista)
- ¿Qué papel tiene el trabajo en nuestra felicidad?
Es muy ambiguo. Para unos el trabajo es el centro de gravedad de su felicidad. Todas las encuestas coinciden en mostrar que los más infelices son los que están en las listas de desempleo. Y sin embargo, es muy frecuente que cuando se tiene un puesto de trabajo sea la fuente de sinsabores y desdichas.
- ¿Cuáles son las claves del éxito a nivel profesional?
Han cambiado con el tiempo. Hoy, sin lugar a dudas, consiste en tener conciencia de que no se está gestionando máquinas, sino personas con una vida emocional propia. La incorporación de la mujer al trabajo ha impulsado este cambio en las empresas.
- ¿Qué debemos tener en cuenta cuando escogemos nuestros estudios?
Es un descubrimiento reciente. Lo importante es elegir una actividad que desarrolle lo que son las cualidades innatas de cada uno y hacerlo concentrando todos nuestros esfuerzos y recursos en ello. Esto implica tambien un cambio de estrategia para los maestros y profesores. En lugar de explicar lo que ellos supuestamente saben, deben dedicarse a fomentar las cualidades innatas de cada alumno.
- Un 70% de los titulados en Formación Porfesional encuentra trabajo en menos de seis meses. ¿Cómo influye la estabilidad laboral en el bienestar personal?
Un trabajo fijo para toda la vida sigue siendo una aspiración mayoritaria. Pero ni la psicología moderna ni la neurología ni el desarrollo creativo confirman esta tesis. El futuro del bienestar individual y la creatividad pasa por el esfuerzo multidisciplinar y la capacidad metafórica aneja a este esfuerzo no suele surgir de un solo trabajo para toda la vida.
- ¿Qué beneficios tiene la Formación Profesional en relación al mundo laboral actual?
El futuro de la enseñanza pasa por “aprender haciendo” y lo que nos diferencia de las hormigas que siguen empotradas en el modelo de vida biológico de hace sesenta millones de años, es la aplicación del conocimiento científico a la vida de cada día. La Formación Profesional está más cerca de esos dos postulados que cualquier otro tipo de formación.
- En sus libros, usted habla de la necesidad de adaptarnos a los cambios para ser felices. A nivel laboral, ¿cómo podemos hacerlo?
En los esquemas corporativos, la felicidad de los empleados debe figurar como objetivo. Esta felicidad pasa por generar el sentimiento de que la gente controla parte de los procesos en que está inmersa –de que lo que uno hace sirve para algo-, y por conjugar todos sus esfuerzos individuales y profesionales en una tarea que desarrolla sus cualidades innatas.
- ¿Es necesaria también la renovación a nivel académico?
Los principios básicos de la enseñanza del futuro pasan por “enseñar haciendo”, “la competencia social y emocional”, “el enfoque multidisciplinar” y “el trabajo en red y en equipo”. El solo enunciado de estas pautas ya pone de manifiesto la necesidad de una renovación profunda a nivel académico.
- Político, economista, periodista… Usted es el vivo ejemplo de la multidisciplinariedad. ¿Es esta una característica imprescindible para hacer frente a las necesidades laborales del siglo XXI?
El premio Nobel de Medicina Sidney Brenner me dijo en una ocasión que los que más le habían enseñado eran aquellos que no sabían nada de su propia disciplina. Los genetistas no habrían podido avanzar en el conocimiento del genoma sin los informáticos. Hay quien piensa que el futuro del conolcimiento pasa por centros similares a los monasterios medievales conectados a nivel planetario.
- ¿Cada vez nos piden más a nivel formativo y de experiencia laboral. ¿El futuro está en la educación a distancia?
La Red está eliminando la distancia. La formación presencial y la educación a distancia son complementarias pero siendo posible imaginar la segunda sin la primera, es totalmente imposible imaginar la primera sin la segunda.
- En su libro El viaje a la felicidad, usted nos da ni más ni menos que la fórmula para conseguirla. ¿Qué ingredientes tiene?
Si tuviera que elegir solo dos factores aludiría a la “ausencia del Miedo” – el miedo fue el responsable de la guerra civil española-, y el aprovechamiento del placer afín al proceso de búsqueda. La felicidad está en la sala de espera de la Felicidad. Todos los premios Nobel que he entrevistado coinciden en declarar que su periodo más feliz fue el que precedió a la concesión del premio, cuando estaban inmersos en la búsqueda de las nuevas claves científicas.
- ¿Qué nos puede avanzar de su próximo libro, Viaje al amor?
Que la capacidad de amar arroja una correlación muy significativa con la felicidad y que, por lo tanto, deberíamos profundizar en las dimensiones que perfilan la capacidad de amar. Son la antítesis, desde luego, del desprecio. Por último, lejos de constituir un sentimiento generoso y altruista, el amor es el primer instinto de los organismo vivos para sobrevivir. El amor hoy día, como hace tres mil millones de años, es la única respuesta a la necesidad imperiosa de todos los organismos de consumir más energía, regenerar sus tejidos y perpetuarse.
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