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Profesor Gustavo Balcázar

Récord de admisión de hispanos en Harvard (Reportaje)

Desde septiembre, cuando comience el ciclo lectivo en Estados Unidos, es probable que los "García", los "Fernández", los "Pérez" y otros apellidos hispanos comiencen a oírse con más frecuencia en las aulas de la prestigiosa casa de estudios superiores. Por allí ya han pasado prominentes latinoamericanos de todas las especialidades, entre ellos los actuales presidentes de Chile, Sebastián Piñera, y de Colombia, Juan Manuel Santos.

 

La Universidad de Harvard, que lidera los rankings internacionales desde hace años, ha enviado sus codiciadas cartas de aceptación a 2.158 alumnos, de los cuales 12,1% es de origen latino. Un porcentaje récord, dicen en el centro de estudios, que supera al 10,3% del año anterior.

Aunque es difícil hacer un cálculo exacto, porque por requerimiento federal se ha cambiado el modo de recoger información sobre raza y origen étnico de los postulantes, lo cierto es que la cifra de latinos y afro-americanos marca un récord”, informó a BBC Mundo Jeff Neal, encargado de comunicaciones de la institución.

Los afro-americanos convocados son, por su parte el 11,8% del total de los estudiantes que se graduarán en 2015, esfuerzo y talento mediante, en la que es considerada la mejor universidad del mundo en el índice elaborado por The Times Higher Education, o la segunda mejor según el World University Ranking.

LAS “MINORÍAS” CRECEN

Sumados hispanos, afro y asiático-americanos y quienes se adjudican ascendencia indígena, los nuevos estudiantes pertenecientes a las llamadas minorías étnicas representarán casi 44% de la población estudiantil de Harvard.

Casi 35.000 jóvenes completaron la laboriosa postulación –otro número récord este año-, pero sólo 6% de ellos logró ser aceptado.

“El hecho es que la composición demográfica de Estados Unidos está cambiando rápidamente y es parte de nuestra misión generar los líderes del futuro”, expresó el decano de admisiones, William Fitzsimmons.

Pero, ¿cuál es el secreto del éxito para que los latinos cada vez sean más allí, en el campus de Cambridge, Massachussetts, a un puente de distancia de la ciudad de Boston?

Para muchos, este aumento no hace sino reflejar la tendencia demográfica del país, que en el reciente censo confirmó que la población hispana es la primera minoría después de los llamados blancos y que crece a mayor velocidad.

Así, el porcentaje de latinos que cursa estudios superiores se ha casi triplicado en los últimos 30 años, al pasar del 4% al 11% de acuerdo a los informes del Departamento de Educación estadounidense, aún cuando las tasas de abandono siguen siendo más elevadas que las de los blancos.

¿CUESTIÓN DE IMAGEN?

Sin embargo, expertos en educación destacan que la presencia de estudiantes de minorías en Harvard es parte de una estrategia activa de esta casa de estudios por atraerlos.

La universidad líder de la llamada Ivy League (el grupo de las universidades más prestigiosas del país) envía cada año a sus representantes, estado por estado y a escuelas de distintos estratos sociales, para rastrear a alumnos de secundaria con alto potencial.

El Programa de Reclutamiento de Minorías (UMRP, por sus siglas en inglés) funciona desde hace más de 25 años, con el objetivo expreso de alcanzar a quienes “por razones históricas o circunstancias puedan considerar que Harvard es inaccesible”.

Así, con una planificada imagen de universidad “amigable para las minorías”, Harvard se permite cubrir su cuota de miembros con diversidad étnica y racial.

Cuentan para ello con una ventaja adicional: las generosas becas. Según sus autoridades, 60% de quienes ingresarán en 2011 lo harán con asistencia económica, que en promedio es de US$40.000 al año.

La política de fondos de ayuda, que Harvard tiene en mayor abundancia que otras universidades con las que compite por los honores, evidentemente beneficia a los estudiantes de menos recursos, entre los cuales los latinos y afro-americanos son un buen número, reconoce en la institución.

LARGA VIDA

Sin embargo, la presencia latina en las aulas de Harvard no es novedad: por allí pasaron muchos prominentes latinoamericanos de todas las especialidades (los actuales presidentes de Chile, Sebastián Piñera, y Colombia, Juan Manuel Santos, entre ellos).

En organizaciones como Fuerza Latina, Latinas Unidas o varias de índole recreativo como el Ballet de Aztlán, los hispanos han intentado no sólo generar un espacio de encuentro y contención, sino también hacerse oír en el concierto de voces del campus.

Ya en 1971, una veintena de Chicanos (mexicano-estadounidenses) y puertorriqueños crearon un grupo al que bautizaron La Raza: el primero enfocado en asuntos latinos en Harvard. Luego, en los años ‘90 se avanzó en establecer un consejo común, el Concilio Latino, que facilitara las comunicaciones entre las muchas agrupaciones que habían proliferado desde entonces.

“Me sumé a los primeros intentos de movilizarnos a fines de los ’90 y, tras graduarme, he seguido involucrada”, relató a BBC Mundo Jeannette Soriano, quien fue co-directora del Concilio. Y agregó: “La vida latina en Harvard ha crecido muchísimo, sostenida por iniciativas que fueron clave en su momento”, desde vigilias con velas para pedir por un Harvard multiétnico a reuniones en las que pensó cómo introducir temas de la agenda latina en la currícula.

Sin embargo, dicen, la verdadera representación se logrará cuando los hispanos aumenten no sólo en el alumnado sino entre los profesores y miembros del cuerpo académico: entre aquellos que deciden qué y cómo se enseña en la más influyente universidad del mundo.

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