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Profesor Gustavo Balcázar

Bondades y defectos de los ebooks (Reportaje)

Por: Editorial Caligrama.

El sitio de literatura y libros (Caligrama.cl) probó minuciosamente lo que, se dice, será el futuro en el mundo de los libros y la lectura: los ebook. En esta crónica desmenuzamos los mitos y verdades de este producto que encanta a algunos pero repele a otros.

 

El negocio de los dispositivos ebook y los libros digitales ya son una realidad en EE.UU. – en Amazon venden más libros digitales que impresos -, mientras en Europa y, particularmente, en Chile el fenómeno aún está en pañales o es un fenómeno aislado, de élites. En el caso de nuestro país es por varias razones, una de ellas es que las empresas se demoraron en firmar los acuerdos con las compañías de telefonía celular para que estos aparatos tuvieran Internet gratis. De otra forma, el lector digital se hubiera ocupado solo para leer libros “piratas”. Otro tema no menor; éste no es un producto que  disfrute de la publicidad que tienen otros, léase iPad o el iPhone, presuntos competidores.
Comencemos por aclarar algo: el Kindle no compite directamente con el iPad, ya que la joya de Apple como emite luz es para lecturas más breves, como blogs o diarios. Tal vez, el ipad compite con los notebooks o netbooks, o incluso los teléfonos celulares.

En esta ocasión, les hablaremos del ebook de Amazon, el Kindle 3G + Wi-Fi, que es el lector más popular a nivel mundial. Su particularidad es que trae conexión a Internet mediante Wi-Fi (tal cual como el PC de su casa) y la tecnología 3G, que es la misma que tienen los celulares. Esta última característica tiene un real valor, ya que este acceso es gratuito en más de 100 países, incluido toda Latinoamérica.
Pero sobre el 3G hay que aclarar algo: es muy lento, similar a una conexión a Internet de finales de los noventa; o sea se cae, la pantalla se queda pegada o hay que esperar mucho por cada búsqueda. Incluso muchas veces hay que reiniciarlo. Este es un punto a mejorar.
Pero con paciencia, y suponiendo que el lector tendrá un PC para el uso de Internet, el Kindle  es bueno para buscar cosas en Wikipedia, Google o la prensa. Revisar la cuenta de e-mail o mandar uno (no se pueden enviar documentos adjuntos ni bajarlos), pero Facebook tiende a caerse. El fin último para que el lector digital tenga Internet está dado para comprar libros en la tienda de Amazon.
Sobre la manera de bajar libros, el Kindle está hecho para comprar libros de forma directa y on line, pero aunque el servicio es rápido y mucho más barato que los impresos, junto con tener acceso a una de las librerías con más títulos del mundo,  es muy limitado en textos de lengua española. Además, estos títulos se encuentran gratis en otros sitios.
El acceso a libros gratis en otros sitios es otra de las gracias que aporta el Kindle. Hay varios sitios de libros digitales en donde uno puede bajar textos que incluso cuesta encontrar en librerías locales o, en el caso de encontrarlos, estos tienen un valor que equivale a una fracción de lo que cuesta el Kindle.
Un ejemplo de esto son dos sitios argentinos:

- LIBROdot.com

- Libros Tauro
En ambos hay que hacerse socio de forma gratuita y mientras el primero ofrece 11 mil títulos, el segundo me parece más completo y con libros difíciles de encontrar.
A manera de ejemplo, en Libros Tauro están las principales novelas de Roberto Bolaño (2666, Detectives Salvajes, El gaucho insufrible, etc.); de Paul Auster (Trilogía de Nueva York, Leviatán); Michel Houellebecq (Las partículas elementales, Plataforma) y además muchos textos de estudio, historia y filosofía.
Otro dato infalible es buscar en Google el nombre del libro con su autor y agregar Taringa. Así encontramos El cementerio de Praga de Umberto Eco (Lumen, 2010), que vale en librerías $14.000.
Sobre el ejercicio de leer, que en el fondo es lo que ofrece esto, el Kindle ofrece una pantalla que no daña la vista ni cansa en lo más mínimo. Si se anima a leer por diez horas no tendrá problemas ni con la vista ni con la batería (que dura un mes si no está conectado a Internet), sólo dependerá de su capacidad de extender la lectura.
Lo que sí cambia es el modo de leer.

Uno puede leer básicamente dos formatos: PDF y documentos de texto (que traen todos los PC y se llama “Bloc de notas”). El PDF tiene el problema de que las letras se ven muy pequeñas y al agrandarlas, éstas crecen en su totalidad, en forma de lupa, lo que no asimila la forma natural de leer. Mientras que con el documento de texto las letras se pueden amoldar a la pantalla, lo que se puede modificar al gusto del lector.
Caligrama lo hace de la siguiente forma, más lento, pero más barato y cómodo: Primero bajamos el texto en el PC, después (si es PDF) lo transformamos a documento de texto (Archivo – Guardar como texto…) y el resultado lo subimos al Kindle. Si el archivo viene en Word, use el viejo Copiar y Pegar.
No es algo infalible, hay textos en PDF que son fotografías o que vienen con seguros, que no se pueden transformar. Hay textos que simplemente no se pueden encontrar. Pero para los verdaderos amantes de la literatura, esos que gozan de no sólo uno o dos autores, sino de la inmensidad de formas y corrientes literarias, países y regiones, este invento es una verdadera maravilla que hará crecer su biblioteca de manera exponencial.
A la hora de leer estos “documentos de texto”, el ebook se comporta de forma muy cómoda. Es mejor que el libro para subrayar o escribir, marcar o tachar, ya que al ser digital uno no sólo tiene más espacio sino que también es más fácil de borrar.
Pero hay algo que los científicos deben mejorar. Los dos defectos que creemos son sus mayores debilidades: Primero, los libros no tienen el número de páginas sino que tienen unos números que se aproximan (434-40 de 1356, por ejemplo), en la esquina inferior derecha, y, además, un porcentaje de lo que uno ha leído (esto no es malo, pero se echa de menos el simple número de página). Mientras que la segunda falla es que cuando se bajan libros, muchos vienen con el índice de los capítulos o temas y como esas páginas no se condicen a las cifras porcentuales del Kindle, uno debe buscar la página exacta, literalmente, a ojo.
Otra falla, que sería la tercera, pero de más fácil acostumbramiento, es que el texto se muestra de manera diferente en cuanto al orden de los párrafos. Más claro, las palabras se saltan renglones sin que haya punto aparte, sino que a veces lo hace en una oración directa. Esto produce que los títulos sean del mismo tamaño y forma que el texto a leer, lo que puede generar confusión. Pero ojo, con estas dos fallas uno se acostumbra.   Se entiende la razón romántica de algunos críticos que aluden al olor o diseño de los libros como factor decisivo para rechazar a los ebook. Creo que tienen razón. Por eso Amazón vende el Kindle con una cubierta de cuero (con luz led opcional, muy bueno, que ocupa energía de la batería del ebook) para asimilar el aroma del libro real. Pero es cierto que cuando uno lee cinco o seis libros seguidos a uno le falta esa sensación de cambio de diseño, de tamaño o de tipografía de la letra que otorgan los distintos libros y que tanto ayuda a darle personalidad al texto.
Pero insisto, para los amantes de la lectura esto es un detalle fácil de suplir.
Como conclusión diremos que es un producto maravilloso y revolucionario (sin creer que se exagera en la palabra) que deja atrás el debate de los libros sin IVA. Ahora se dirá los libros gratis y de libre acceso.
El cambio vendrá principalmente en la posibilidad que tendrán los lectores de acceder de forma gratuita a una enormidad de libros que el filtro editorial no traen al país; además, se puede tener una biblioteca personal portátil de más de 3 mil títulos (y obvio que aún más dentro del PC), junto con que el hecho democratizador que implica todo el libre acceso a adquirir libros gratuitos.

1 comentario

Miguel -

Estimados: ¿Qué hay de cierto con respecto a la fragilidad de las pantallas?
Gracias